sábado, 9 de marzo de 2019

He re-escrito Happy Death Day

Con motivo del estreno de la segunda parte de esta violenta pero también divertida visión del "Día de la Marmota", me ha parecido correcto recordar la primera entrega, que también fue compuesta por Bear McCreary. Al contrario que en otros re-análisis, tengo que admitir que no he re-escrito el análisis de esta entrada desde cero, pero sí he cambiado y añadido suficientes cosas como para considerarlo un análisis "nuevo" (si lo hubiera re-escrito desde cero os lo habría dicho, siempre lo hago, pero aquí tengo que admitir que no). El análisis no era tan antiguo y no estaba tan mal escritos como otros re-análisis que he hecho, pero me parecía mejorable. Como siempre, si hacéis clic sobre la imagen de abajo iréis directamente al nuevo análisis que he hecho.


Bear McCreary nos ofrece una obra notable que, aunque es verdad que tiene algunas partes un poco más ambientales y caóticas que por sí solas no me han convencido mucho (cuando suenan solas), tiene un desarrollo y un estilo MAGNÍFICOS. En serio, la capacidad para reflejar la sensación de bucle me ha parecido MUY buena a lo largo de toda la obra (como una misma melodía o tema se repite cuando se tiene que repetir, pero con variaciones para que notemos el cambio de bucle de un día para otro es realmente destacable... Y bueno, me encanta que las primeras canciones enumeren los días). La obra también contiene algunos momentos un poquito más divertidos (no tantos como en la segunda entrega, como ya veréis en su respectivo análisis que publicaré mañana mismo) que se integran de maravilla en el conjunto. En definitiva, nos encontramos ante una obra que es mucho mejor de lo que podía parecer en un momento (seguro que mucha gente piensa que es "una más" pero no es así) y que se desarrolla de la mejor forma posible...

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